CIEN AÑOS DE SOLEDAD
Todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre
y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años
de soledad no tenían una segunda oportunidad
sobre la tierra.
García Márquez
y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años
de soledad no tenían una segunda oportunidad
sobre la tierra.
García Márquez
No volverás a verme alzar el vuelo
ni ser la luz del sol de tus caminos.
Mi casa, devorada por la sombra,
se calla con las voces de los páramos.
Tampoco volveré a coger tus sueños
por los alrededores de Macondo.
Tus ansias, dolorosas y lejanas,
se irán perdiendo entre palabras malheridas,
como el destino ahoga el eco en el ocaso.
Seremos siempre efímeros
cual beso,
una derrota,
lo imposible.
Mi corazón, tu tempestad,
suman cien años de suturas.
La lluvia en un rincón, mi soledad,
ni ser la luz del sol de tus caminos.
Mi casa, devorada por la sombra,
se calla con las voces de los páramos.
Tampoco volveré a coger tus sueños
por los alrededores de Macondo.
Tus ansias, dolorosas y lejanas,
se irán perdiendo entre palabras malheridas,
como el destino ahoga el eco en el ocaso.
Seremos siempre efímeros
cual beso,
una derrota,
lo imposible.
Mi corazón, tu tempestad,
suman cien años de suturas.
La lluvia en un rincón, mi soledad,
sobre la tierra irrepetible.