lunes, mayo 11, 2009

UN PÉTALO



Hay una rosa en los atardeceres,
un pétalo en la luz de los amantes
heridos por espinas y palabras.

Una fragancia en cada boca,
el verbo ser de la belleza
y la caída de los párpados del beso.

Es comprender, entonces, que los cuerpos
escriben uno en otro su memoria,
el verso infatigable de la nada
en un rasguño de pureza.

El cielo apaga sus miserias con cuidado,
bajan al infierno los termómetros
y el tiempo toma aliento en la almohada.

Llueve un pétalo en la noche.
Es el amor,
el nombre exacto de las cosas.

DEDAL



Guardo en una caja de cartón
una carta amarillenta de tercero,
una goma mordida, algunas fotos
y el dedal que olvidaste en un pupitre.
Es inevitable.
El olor a joven de esta caja
me ha recordado el destino
de los amores oxidados,
marchitos, como el pétalo de un libro,
como la vida misma…

Tu beso anaranjado
cayendo en el dedal de mi memoria.