domingo, octubre 28, 2007

IR


El Señor esté con vosotros,
y no con ellos, en el agua,
en la verja, en Etiopía.
Hermanos, hoy estamos aquí,
cuando el espacio yace roto
en los poblados irakíes,
con brazos y cabezas
salpicados por el zoco,
para celebrar alrededor de tu mesa
que el mundo muere de hambre,
de miedo y desamparo,
el milagro de la resurrección de tu hijo,
y no del hijo de una negra moribunda
de pechos exprimidos
y labios cuarteados de calor.
Tres panes y tres peces en San Pedro,
el reino prometido de oro y plata,
el vino bueno para el rico,
para el pobre, la esperanza,
que eso sí tiene alimento.
Oremos todavía al Señor
que sean palabras y no hechos
los que calmen los estómagos
cansados de arroz seco,
que no soy digno
de que entres en mi casa,
porque ya no tienen techo
después del último aguacero,
hosanna en el cielo,
riada en la tierra,
bendito el que viene en nombre del Señor
y arrasa a los pueblos.
Tomad y comed todos de Él,
hay un cadáver que comerse en la patera,
tomad el cáliz y bebed en él
las aguas arañadas del Estrecho,
porque la bendición de Dios Todopoderoso
se queda enganchada en la frontera
y descienda sobre vosotros
como ellos por escalas
para poder ir en paz,
para poder ir, a secas.

1 comentario:

Miguel Marqués dijo...

Bien, bien, leña con arte! Joé cómo estás nene!